SUPERAR EL MIEDO AL RECHAZO
La personas tememos ser rechazadas, la aceptación y el reconocimiento son importantes para reafirmar nuestra autovaloración; pero no debemos caer en la búsqueda de la aprobación o en la adaptación a personas o situaciones que no nos gustan. Todos somos únicos y tenemos un valor como personas, tenemos el derecho a ser diferentes y a encontrar relaciones personales que encajen con nuestros valores y nuestra personalidad.
“Cuanto más fieles seamos a nuestra identidad más fácilmente encontraremos personas que vibren en la misma frecuencia que nosotros.”
Muchas veces percibimos o interpretamos el rechazo de forma errónea. Cuando no nos aceptamos a nosotros mismos tendemos a “ver” este rechazo hacia nosotros por parte de los demás confirmando así nuestra creencia de que no valemos o de que no nos quieren. Para soportar esta “realidad” comenzamos a adoptar comportamientos defensivos y a evitar situaciones que interpretamos como amenazantes. Pero de esta manera nos negamos las posibilidades de relacionarnos y las vivencias positivas que pudiéramos tener.
Reflexionemos que:
- No podemos evitar que las personas nos juzguen, todos lo hacemos incluso sin darnos cuenta.
- Los juicios están basados en aprendizajes, creencias y valores; no son una realidad que debamos aceptar a ciegas ni debemos reaccionar ante ellos.
- Distingamos si los juicios no están dirigidos en realidad hacia nosotros mismos.
- A veces lo que vivimos como crítica nos puede ayudar a tomar consciencia de nuestros fallos o limitaciones para intentar mejorar en algún aspecto.
- Debemos permitirnos tener alguna debilidad o defecto, todos los tenemos.
- Podemos intentar expresar lo mejor de nosotros mismos pero no hay que ser perfecto para que te acepten, nadie lo es.
- Tengamos en cuenta que hagamos lo que hagamos o digamos lo que digamos, no siempre caeremos bien a todo el mundo así como no todo el mundo nos cae bien a nosotros.
- A veces percibimos la realidad erróneamente. Ni somos tan horribles ni somos siempre el centro de atención, o no durante todo el tiempo.
- En general, las personas desean relacionarse y tienden a facilitar los puntos de encuentro para ello. Siempre seremos libres para elegir a las personas con las que queremos relacionarnos, y los demás también lo son.
- Cuando te sientes relajado y en equilibrio contigo mismo las relaciones se vuelven más fáciles y gratificantes.