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SUPERAR EL MIEDO AL RECHAZO

La personas tememos ser rechazadas, la aceptación y el reconocimiento son importantes para reafirmar nuestra autovaloración; pero no debemos caer en la búsqueda de la aprobación o en la adaptación a personas o situaciones que no nos gustan. Todos somos únicos y tenemos un valor como personas, tenemos el derecho a ser diferentes y a encontrar relaciones personales que encajen con nuestros valores y nuestra personalidad.

“Cuanto más fieles seamos a nuestra identidad más fácilmente encontraremos personas que vibren en la misma frecuencia que nosotros.”

Muchas veces percibimos o interpretamos el rechazo de forma errónea. Cuando no nos aceptamos a nosotros mismos tendemos a “ver” este rechazo hacia nosotros por parte de los demás confirmando así nuestra creencia de que no valemos o de que no nos quieren. Para soportar esta “realidad” comenzamos a adoptar comportamientos defensivos y a evitar situaciones que interpretamos como amenazantes. Pero de esta manera nos negamos las posibilidades de relacionarnos y las vivencias positivas que pudiéramos tener.

Reflexionemos que:

  1. No podemos evitar que las personas nos juzguen, todos lo hacemos incluso sin darnos cuenta.
  2. Los juicios están basados en aprendizajes, creencias y valores; no son una realidad que debamos aceptar a ciegas ni debemos reaccionar ante ellos.
  3. Distingamos si los juicios no están dirigidos en realidad hacia nosotros mismos.
  4. A veces lo que vivimos como crítica nos puede ayudar a tomar consciencia de nuestros fallos o limitaciones para intentar mejorar en algún aspecto.
  5. Debemos permitirnos tener alguna debilidad o defecto, todos los tenemos.
  6. Podemos intentar expresar lo mejor de nosotros mismos pero no hay que ser perfecto para que te acepten, nadie lo es.
  7. Tengamos en cuenta que hagamos lo que hagamos o digamos lo que digamos, no siempre caeremos bien a todo el mundo así como no todo el mundo nos cae bien a nosotros.
  8. A veces percibimos la realidad erróneamente. Ni somos tan horribles ni somos siempre el centro de atención, o no durante todo el tiempo.
  9. En general, las personas desean relacionarse y tienden a facilitar los puntos de encuentro para ello. Siempre seremos libres para elegir a las personas con las que queremos relacionarnos, y los demás también lo son.
  10. Cuando te sientes relajado y en equilibrio contigo mismo las relaciones se vuelven más fáciles y gratificantes.