¿POR QUÉ COMEMOS SIN HAMBRE?
La comida es utilizada frecuentemente para compensar estados anímicos. No sólo una dieta y ejercicio físico son suficientes para mantener el peso adecuado. Una mala gestión emocional puede hacernos engordar al utilizar algunos alimentos como equilibradores emocionales. A menudo se dispara el apetito y se piensa en comida cuando queremos:
- Reconfortarnos emocionalmente
- Romper con una actividad
- Escapar del pensamiento
- Evitar la preocupación o la ansiedad
- Anestesiarnos emocionalmente
- Huir de nosotros mismos
- Castigarnos o premiarnos
- Llenar una sensación de vacío
- Entretenernos